Había una vez un ladrón llamado Smainok que se
acercaba de puntillas a casa de Papá Noel la noche de Navidad. Iba vestido todo
de negro y llevaba un saco también negro. Cuando llegó a casa de Papá Noel se
escondió detrás y encontró una puerta secreta, entró en la casa. Llevaba un
tambor para que los duendes se pensaran que era Papá Noel bailando. Entonces tocó
el tambor:
¡POM, POM, POM!
Los duendes se despertaron pensando que era Papá
Noel y fueron a buscarlo.
Smainok se coló en la máquina de envolver regalos e hizo
sonar una y otra vez el tambor, mientras
los duendes buscaban a Papá Noel por
toda la casa. Smainok robó todo el papel
de regalo metiéndolo en el saco y sin que los duendes se dieran cuenta, salió
de la maquina e intentó salir de la casa, pero no pudo porque vino Papá Noel.
Smainok se escondió detrás de Papá Noel.
Papá Noel vio que había tres regalos sin empaquetar
y los puso en la maquina pero no envolvía, entonces se dio cuenta de que no
tenia papel y se puso a buscarlo como un loco por toda la casa.
Mientras tanto, Smainok seguía escondido detrás de
él. En un momento Papá Noel se fijó que su sombra era
muy extraña y tocó su espalda, se giró de golpe y atrapó al ladrón.
Papá Noel llamó a la Polinorte que vino enseguida y
le cogieron el saco, devolviendo el papel de regalo a Papa Noel que pudo
envolver todos los regalos.
Inoa