Al final del día entré en la
habitación pequeña con un cuchillo en la mano, como si aquella estancia fuese una
trampa y tuviese miedo, sin un grito, sin una queja.
Dejé el arma en la coqueta,
y con rabia empecé a desabrocharme, sin cerrar los postigos, tanto daba.
Me aproximé al somier y
crujió un poco, era viejo, como todo lo que nos rodeaba.
Me descalcé y estiré de las
medias con fuerza, sin importar si se rompían o no, deseaba en aquel momento, que
tras ellas se fuera el resto de mi piel. Notaba frío, estaba helada.
Había vuelto a caer.
Tú temblabas vuelto de
espaldas, te castañeaban los dientes. No sé si de arriba abajo o de abajo
arriba. Tanto daba.
Me aproximé a tu oído y te mentí
bajito para animarte:
— No hace tanto frío, es una
noche estupenda.
Pero los fríos, ni el tuyo
ni el mío, eran exteriores.
Habías vuelto a caer.
Me metí en la cama y no pude
hacer otra cosa que pegar la cara contra tu espalda, para que pudieses sentir
todo lo que llevaba dentro de la jornada, fue muy dura. También había una gran parte de
ti junto al dolor y la sangre que en su retorno, golpeaba de nuevo y con
violencia, la sien.
Enrosqué mis piernas a las
tuyas y te abracé, con la única intención de calentarnos el corazón y el alma, pero
fue imposible, habíamos vuelto a caer y ambos, ambos… lo sabíamos.
Lo sabíamos tan bien como
nos conocíamos, entonces sin otra cosa que hacer ante los sinremedios, contradicciones y todos los nones del mundo, rompimos
el frío, y nos reímos.
Laura Mir
Me ha gustado mucho este relato Laura, intimo y de tristeza suave. lo he leído con gran placer y me ha encantado el final, como con una sonrisa todo lo oscuro y los fríos desaparecen. Me alegra volver a saber de ti, un abrazo.
ResponderEliminarLa risa siempre consigue que regrese la vida.
ResponderEliminarEs triste y nostálgico Laura como un amor que se sabe que ha finalizado y aún así se lucha por conservar.
Me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Bonito relato me agustado mucho
ResponderEliminarespero podre leer otr de tus relaso mui pronto un abrazo
Intenso y doloroso relato con un final tierno, me ha gustado mucho Laura. Felicidades
ResponderEliminarMe da mucha alegría volver a leerte, Laura. Hacía tiempo que no te veía por aquí. Me gustó mucho el relato, saludos :)
ResponderEliminarMuchos matices, todos sugeridos, ninguno explícito. Parece que ya conozco a esas dos personas (¿una mujer y un hombre?, ¿dos mujeres?) y el drama de su relación.
ResponderEliminarMagnífico, Laura.
Un abrazo.