Capitán de los siete mares y barcos de papel, con la tez curtida y
la piel tatuada de tinta hecha de habilidades y problemas, surcador de inmensas
aguas calmadas y océanos embravecidos, con
manos de acero manejas ese timón de palabras y silencios, mientras sorteas
puertos concurridos de gentes triviales e islas olvidadas, que no constan ni en
los mapas, rescatas a náufragos a los
que nunca por muy mal que vayan las cosas dejas a merced del viento.
Hombre de intrepidez y coraje insuperable, de cese inagotable aún
cuando la fe se agota.
Capitán de grandes estrategias, costosos abordajes y de largos
cabos interminables que lanzas con fuerza extrema dentro de remolinos y
tempestades de esas dudas e incertidumbres propias, y a riesgo de perder entre
inmensas olas enfurecidas y duras rocas tu frágil nave, con constancia, y sin
pesar, te arrojas.
Hombre y comandante de extrañas tripulaciones y avispados
polizones, capitán y amigo de sensatez y cariño insuperable, siempre estás, y
de cese inagotable aún cuando mi fe se agota, manejas con destreza por los
siete mares los débiles barcos de papel que nos alojan.
Muchas gracias, mon capitaine.
Laura Mir
Precioso.
ResponderEliminarMuchas gracias Helena, eres muy amable. Te animo a seguir compartiendo tus relatos si te apetece. Un besito guapa!
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