martes, 11 de marzo de 2014

Volando lejos

Te busco en la noche cuando hay pocas estrellas y te sospecho perdido sin tu siquiera saberlo. Te encuentro sentado y entretenido sobre una de ellas, jugándote  a los dados el trozo de espacio que crees que ocupas en el firmamento. Me acerco y te digo al oído, como en un susurro, que traigo en mis bolsillos deseos y sueños inmensos. Me miras extasiado, quizás contagiado por ellos; ilusionado como si poseyera alas, como si volando los dos juntos y de la mano pudiera llevarte muy lejos. Casi, casi, me convences de que es cierto. Entonces miro por encima de mi hombro y encuentro lisa y desnuda sólo la piel blanca de mi espalda.

Apenada y en silencio me recuesto a tu lado y apoyo la cabeza sobre tu hombro en busca de consuelo. En ese preciso instante me doy cuenta del verdadero valor de estos momentos que le sustraemos sin querer al tiempo,  para deslizarnos juntos por nuestros universos, para aproximarlos, para comprendernos.

En eso estamos, creando y dando forma a nuestras más internas ilusiones y con trocitos de ellas, entre palabras nuevas y viejos mutismos, colocamos pedazo a pedazo: el hielo, la roca y el gas que nos alejó antaño del sentimiento simple, puro y verdadero; vamos construyendo a golpes de esperanza el cometa con el que surcaremos el cielo.

Nos subimos de un salto, nos sentimos alegres y completos. Volamos, aunque te sorprende poder volar sin alas no dices nada, me miras y te dejas llevar en cuerpo y alma por los renovados vientos.

Pasamos cerca del planeta Tierra, lo vemos virar entre gentes, corrupción, hambrunas y guerras. Está clareando, se ve muy bello e intensamente azul. Me lo señalas con tu índice en la distancia, girando y girando inexorable y ajeno, pero sin nosotros dentro, nos parece tan distinto. Reímos cómplices porque nos sabemos lejos y comprendemos seguros que nos hemos transformado a golpes de experiencia, en simplemente dos, en simplemente uno.


Laura Mir


2 comentarios:

  1. Es un relato que invita a ilusionarse de nuevo con ese camino feliz que puede suponer la pareja. Un lazo de unión muy emotivo, felicidades.

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  2. Muchas gracias por el comentario, y sí, es una llamada a aproximar mundos distantes en esta era tan tecnológica, demasiado conectados pero a la vez desconectados, toda una contradicción y un desatino.

    Un abrazo

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