sábado, 1 de noviembre de 2014

Cortos al Primer Concurso de Microterror de Sonia Mallorca y Benjamín J. Green - Relato ganador en la categoría Presentación: PLACER SANGRIENTO de Benjamín J. Green







PLACER SANGRIENTO


Oigo los gritos de la gente, veo como corre la sangre y un escalofrió de placer recorre mi cuerpo, en casa me masturbaré frenéticamente mientras rememoro las imágenes.

Hoy le ha tocado al pasamanos de madera del metro, se ha llenado de sangre enseguida, casi me corro allí mismo.

Ahora necesito encontrar un tobogán de esos antiguos donde poder insertar mis cuchillas de afeitar, esta vez me llevaré una cámara para poder filmar como se rajan las piernas los niños que se tiren por él.

Sé que detrás de tu casa hay uno de esos, mañana estaré por ahí.


SOLO


Algo pasa, tengo la impresión de que no estoy solo mientras escribo, ya van dos veces que me parece ver una sombra por el rabillo del ojo.

Siento frio, sin embargo todo está cerrado.

Juro que a veces hay algo que pasa rozándome, tengo hasta miedo de apagar la luz,  me ha parecido ver brillar unos ojos en la oscuridad de mi habitación.

Esta mañana no pude abrir la puerta de la calle, hace días que no duermo y en mi cama hay alguien tirado, inmóvil.

Hoy a su lado hay una mujer de negro mirándome.

Estoy solo… tengo miedo


Autor: Benjamín J. Green


                                                        *****



PERFORMANCE


La rata indiferente a mi presencia se dedica tranquilamente a lo suyo, que es hincarle el diente al dedo pequeño de mi pie derecho, mientras una de sus hermanas ya se está cebando con lo que queda del izquierdo.

Esta anestesia que me inyectan cada dos horas es increíble, no siento nada y como estoy amarrada a una cama sin posibilidad de moverme, como todos, contemplo el espectáculo.

La sangre que empapa las sabanas atrae a más ratas negras y veo como la más grande se va acercando al ojo que me queda, hasta parece sonreír, mientras me lo arranca.


MALDITA


Hace unas semanas, he participado en una sesión de espiritismo y una tarde al ir a aparcar mi moto en el garaje, en mi sitio había un tipo siniestro que no se quería apartar, me bajé de la moto mosqueada a punto de decirle cuatro cosas, cuando me habló:
— Hola Sonia, ya llevo una hora esperándote.

— ¿Y tú quién eres? — Le espeté de mal humor.

— Al que has llamado hace algún tiempo, soy el diablo y siempre que estés sola te visitaré.

Hasta me casé para no estar nunca sola, en vano.

Maldita, pienso mientras me disparo.


Autora: Sonia Mallorca







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