sábado, 8 de noviembre de 2014

HIJO DE YGGDRASIL - Relato a 6º Concurso Arma una historia basada en una imagen



Aún no soy, pero estoy a punto de serlo, siento como las manos de mi padre me transmiten, a través de su piel, el calor y el amor que siente por mí. Soy consciente y, sobre todo, deseo ser. Sé como me llamaré y lo que seré. Mi nombre y el de mi padre, perdurarán siglos en la memoria de los futuros que están por llegar. Sobre mi morarán las criaturas con las cuales llevo soñado tanto tiempo, vivirán sus vidas de acuerdo con el ritmo de mis estaciones y de mis lunas, poblando mis valles, montañas y llanuras mientras me irán vistiendo de sueños y esperanzas.

Ya me parece oír cómo me llaman mis hermanos, esperándome impacientes para que me una a sus bailes eternos en los cielos de los universos, que existen mas allá de los sueños y de los tiempos, o más allá de la comprensión del espacio y del porqué de la existencia. Bulle en mí la impaciencia, después de millones de años esperando ya no aguanto más este confinamiento, aunque esté a salvo y el calor del vientre que me alimenta me reconforta, quiero salir a la luz del nuevo día que se avecina y sentir sobre la piel desnuda las brisas de la vida y los rayos del sol.

Me llamaré Midgard y seré el Reino de los hombres, mi padre el gran Yddgrasil me ha gestado en su vientre desde tiempos inmemoriales, esperando el momento propicio para dejarme ir. Siento que el tan ansiado momento está a punto de llegar y no puedo evitar esa sonrisa que se ha instalado en la comisura de mis labios, mi corazón late desbocado dentro de mi pecho de tierra, fuego y agua, siento que ya falta poco.

Oh, hermanos míos, a vosotros estaré conectado con el Bifrost, ese puente hecho arcoíris, que me permitirá tener acceso al conocimiento de los arcanos y de las runas, me abrazaré a vosotros fundiéndome en vuestro amor eterno.

Helheim, el Reino de los muertos, Svartálfuheim, el Reino de los elfos oscuros,
Niflheim, el Reino de las nieblas y el terror, Jotunheim, el Reino de los gigantes,
Vanaheim, el Reino de los Vanir, Alfheim, el Reino de los elfos de la Luz,
Asgard, el Reino de los Asir, Muspelheim, el mundo primordial de fuego.

Todos ellos nacidos antes que yo, e impacientes por darme la bienvenida. Deseo tanto cruzar el puente de los colores de la vida, saciarme en la fuente que llena el pozo del conocimiento.

Ya conozco las Nornas: Uror dueña de lo que ha sucedido, Veroandi dueña de lo que sucede y Skuld dueña de lo que debería suceder. Éstas viven bajo las raíces de mi padre y es allí donde tejen los tapices de los destinos y riegan las raíces del Yggdrasil con las aguas y la arcilla que provienen del pozo de Urd. Son las conocidas hilanderas que tejen la duración de la vida de los que serán mis futuros súbditos, esos que un día se harán llamar hombres.

Aquellos que en un futuro contarán las historias de los nacimientos de los mundos, cantarán las gestas de los Asir y de los Vanir, intentarán comprender el significado de las runas sagradas, nacerán, vivirán y morirán, sin llegar nunca a entender el verdadero significado de su corta vida, pero lo intentarán con todas sus fuerzas.

Claro que lo que os estoy contando, no son más que los sueños que me visitan a todas horas desde hace mucho tiempo, además ya siento como mi padre se estremece… por fin ha llegado el momento de mi nacimiento.


Benjamín J. Green



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