Aquella tarde de sábado, Laura salió de la cocina con la bandeja del café y las pastas, mientras preguntaba con cierta burla a sus amigas, cómo lo querían, de sobras lo sabía porque las conocía bien.
— A ver chicas… ¿Con cafeína o sin? ¿Solo o con leche? ¿Azúcar o sacarina?
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