Es una
realidad estar aquí al borde de este precipicio, esta fina línea transparente me
mantiene en tierra estable de lo socialmente correcto, como una frontera de
controles imaginarios limitan lo conocido de aquellos dominios utópicos e
inexplorados de lo no vivido.
Es un pasaje
contenido, me niego a comprender y no comprendo, tanto que el tiempo ha hecho
perder las referencias iniciales por los recovecos de la memoria, es tanto el
silencio interno que llego por momentos a perder la razón por la inconsistencia
de lo moralmente aceptado y lo oficialmente impuesto.
Sólo
necesitaba una visión más amplia, una confirmación y un desafío.
Atrás
quedaron los callejones sinuosos repletos de dudas y olvido, rincones negros
cubiertos por el polvo de ajenos recelos escondidos.
Soplan nuevos
vientos pero ni tú ni yo podemos sentirlos, si doy ese paso, si te quedas atrás,
dejaremos de convivir juntos en este mismo entresijo. A veces, frente a tu declive
se me olvida que soy quien domino, callo, otorgo, y nunca exijo.
Aquí, inmediatos
y entrelazados muchas veces por nuestras diferencias, en esta extraña
encrucijada del destino, rara mezcolanza que resulta un desatino, te pido que
te eches a un lado, que me dejes espacio porque lo necesito, para desplegar mis
alas, y sobrevolar los contratiempos que porta de por sí el tiempo.
Se agita mi
pecho sólo al pensar que existe esa posibilidad de elección, entre la luz y la
sombra, entre la paz y la desesperación que conlleva el miedo.
Sólo
necesitaba eso; una visión más amplia, una confirmación y un desafío.
Ahora, en el
precipicio de las elecciones de último momento, elijo la maravillosa luz, esa
luz que brilla y llevo dentro.
Laura Mir
Me ha parecido la valiente y cruda reflexión de una persona que sale del filo, que, en mi opinión, empieza a emerger de ese silencio interno del que habla el texto. Un saludo.
ResponderEliminarCuriosa entremezcla de sentimientos, un triste y esperanzado "blues" para los que tiene valor de romper amarras en busca de un sueño
ResponderEliminarHola Laura.
ResponderEliminarUn relato intimo y profundo de la
busquedad del mañana mejor.
Una esperanza para el alma.
Me ha encantado.
Un saludo.
Benjamin
Una valerosa apuesta que ni siquiera nos atrevemos en la mayoría de los casos a plantearnos. Me gusta
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestros amables comentarios, casi siempre nos guiamos como autómatas por la periferia sin plantearnos qué quiere realmente nuestro ser. Me alegra que haya gustado. Un saludo.
ResponderEliminarPrecioso Laura, simplemente precioso.
ResponderEliminarFelicidades.
Muchas gracias Carlos, me alegra que lo hayas disfrutado. Un abrazo.
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